Cínicos, pragmáticos y egoístas
La utilización de lo público a favor de la inmoralidad privada es, en México, cuento viejo y chiste cotidiano. En tiempos preelectorales, la situación por la que atravesamos "asesinatos, secuestros, guerrilla, escándalos políticos, creciente injusticia social – redobla la desconfianza de un pueblo ya cansado. Pero esto no es algo pasajero, es más complejo. Lo que queda claro detrás de una serie de hechos, mundialmente, es que los partidos políticos tienen que cambiar. Llevan demasiado tiempo repitiendo el mismo esquema.