Dios me buscó primero ¿Cómo me encontró?

Raúl Espinoza Aguilera
Minos III Milenio. México, 2015
221 págs.
 
Toda persona tiene un itinerario por recorrer y la juventud es la edad de los grandes ideales, pero a menudo es necesario romper con ciertas inercias del ambiente para no caer en una existencia superficial o sin rumbo fijo.
El ser humano vive sus días dentro de un tiempo limitado y fugaz. Por ello se requiere tomar la firme determinación de enfrentarse consigo mismo y adentrarse en la propia realidad, donde se pregunte por el sentido último de su existencia. De esta manera puede discernir serenamente sobre una cuestión vital: ¿Qué quiere Dios de mí?
Conviene, entonces, aprender a meditar. Esos planes se escuchan como suaves susurros, imperceptibles para los demás, pero claros y nítidos para quienes se encuentran por caminos de búsqueda espiritual.
Raúl Espinoza presenta cinco historias de vocación con la intención de animar a los jóvenes a reflexionar sobre la orientación de sus vidas en el presente y proyectarlas hacia el futuro. Exhorta a seguir, en forma congruente, una trayectoria que influya de manera positiva en las amistades, colegas y las estructuras temporales de la sociedad y santificar el propio trabajo profesional.
 

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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