Trabajo como perito en una compañía de seguros. Recientemente participé en el análisis de un accidente aparatoso en el que era evidente que se debía indemnizar al asegurado, sin embargo, para llegar a los objetivos planteados por mi jefe y conseguir así el ascenso que he deseado desde hace tiempo, argumenté que las lesiones que sufre el asegurado eran preexistentes, por lo que no se le reparó el daño. Los afectados interpusieron una demanda contra la compañía. Mi jefe habló conmigo y me sostuve en la postura previa, no me atreví a confesar la verdad.
¿Habrá alguna forma de resarcir el daño sin echar por la borda mi carrera?
1 Enfrenta tus faltas
Una vieja historia: una mentira lleva a otra. La verdad siempre sale a flote más, si cabe, cuando en juicio del propio protagonista hay evidencia sobre la necesidad de la indemnización. Adicionalmente ya se ha entablado una demanda, donde seguramente se pedirá un peritaje de un tercero para probar que las lesiones no eran preexistentes. Una manera de resolver el tema es adelantarse y solicitar dentro de la propia empresa un dictamen de otro perito. Siempre cabe la posibilidad de reconocer que uno se ha equivocado.
Existe otro camino, más arduo y costoso, pagar con recursos propios la indemnización de la que injustamente se ha privado.
Felipe Jiménez
Filósofo dedicado a la docencia
2 En los zapatos del afectado
Estimado perito, es una muy buena noticia que te plantees este dilema ético. Habla de que existe un nivel de conciencia (e incomodidad) que te mueve a hacer lo correcto. Todas las personas somos responsables de nuestros actos y los efectos que estos causen.
La acción de mentir y provocar una injusticia en el asegurado es delicada. Aunque nadie supiera del tema, siempre lo sabrás tú y sí tiene un impacto en tu toma de decisiones futuras. Sugiero hablar con tu jefe, no sin antes pensar qué acciones pudieran disminuir el daño ya hecho (sobre todo al asegurado) y alternativas de resarcimiento del mismo. Parte de madurar es asumir la responsabilidad por los actos cometidos. Para tomar una decisión ética siempre ayuda hacer el ejercicio de pensar cómo me gustaría que actuaran si yo estuviera del otro lado, en este caso, el del asegurado.
Rodrigo Villaurrutia
Profesor de Ética de la Empresa
3 El compromiso con la verdad
Es prioritario que busques esa forma de resarcir el daño causado. En primer lugar habrá que ver en qué termina la demanda, o negociación que se está realizando con los afectados. Es posible que el resultado les sea favorable y, en ese caso, el daño a terceros quedaría reparado. Pero si la resolución no les favorece, estarías en un grave problema. Serías el responsable directo y único de otorgar esa indemnización. ¿Podría hacerse sin dañar tu carrera, con una reparación en la sombra, en oculto? Quizá, actuando con prudencia y sagacidad.
Y si la única forma de reparar el daño fuera dañándote tú mismo, y renunciando a tu carrera, tendrías que estar dispuesto a hacerlo. En cualquier caso quedaría por repararse el daño por la mentira y deshonestidad que te causaste a ti mismo y a tu jefe. Será por tanto necesario aprender la lección y vivir en adelante una vida de honestidad y compromiso con la verdad. Esto siempre es posible, aunque cuesta, pero es la única forma de vivir con la dignidad que tenemos los seres humanos.
Armando Reygadas
Abogado especialista en Ética de Empresa