José Montelongo
México. Nostra ediciones, 2012
58 pp
El autor vuelve al México sepia de su primera novela Quincalla. Ofrece de nuevo una colección de objetos, a primera vista de poco valor: fotografías viejas, recuerdos… pero que, mirados con «ojos claros y serenos», trasladan a momentos clave de la historia de nuestra nación y del mundo, lo mismo que a escenas íntimas de la vida de una familia; encuentros entrañables y robados al tiempo de un niño pequeño y un octogenario, unidos por esa arbitrariedad de la sangre, que es más densa que el agua y establece lazos que resisten al olvido.
Como en todas sus obras Montelongo consigue en esta quincalla de recuerdos el difícil balance entre los sublime y lo trivial, lo noble y lo vulgar, lo heroico y lo chusco. Balance que se asemeja a la vida cotidiana y es sello de la gran literatura.
La historia está dirigida a lectores de 10 a 15 años. Pero la magia del autor para recrear ambientes y escenarios es igualmente efectiva para mujeres que acaban de dar a luz (como mi mujer), y hombres treintones que acaban de perder a su abuelo (como yo), y que saben que la muerte es siempre impertinente cuando interrumpe la conversación de personas que se aman.