Cómo hablar de los libros que no se han leído

Pierre Bayard
Anagrama. Barcelona, 2011
197 págs.
 
Hay a quien una alergia le impide comer camarones, nueces, aguacates e, incluso, inofensivas manzanas. ¿Constituye una suerte de inválido gastronómico? Claro que no. Peor aún, hay quien no está obligado a comer hígado, huevos duros o cualquier otra barrabasada y lo hace. En la lectura pasa igual.
El profesor Bayard no ofrece aquí la solución para los pedantes incultos. No. El presente ensayo permite caer en la cuenta de la imposibilidad de leerlo todo y de que la importancia de la lectura no radica tanto en qué se lee, sino en saber ubicar aquello que leemos en contextos concretos.
Bayard recurre a encumbrados escritores (Wilde, Balzac y Montaigne) y autores de culto (Valéry, Musil y Lodge) para mostrar que la obsesión por la lectura desenfrenada enfría ánimos y desvanece posibilidades.
Publicado por primera vez en 2007, por supuesto que el libro recuerda a Gabriel Zaid y su sensatez a favor del proyecto de lectura, más que en pro de una insólita e inalcanzable cobertura de todo lo escrito.
Lea a Bayard y recuerde: leer es un acto de nutrición, en el que tan importante es el alimento como la digestión.
 

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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