¡Ahí vienen los viejos!

Admítalo: nada nos preocupa más que un anciano pretenda atendernos en alguna transacción económica o servicio. Sea un taxista que claramente roza los 70 o un ejecutivo de banco (si es que aún existe la persona que se atreve a contratarlos) el asunto claramente saldrá mal: o no nos escuchará o se le olvidará algo o lo que sea; es que hay una edad en la que ya, cada quien a su casa para no entorpecer la eficacia a la que estamos llamados.
Afortunadamente, nuestra sociedad democrática, siempre respetuosa e irrestricta observadora de las buenas costumbres, ha encontrado fórmulas que nos permitan referirnos a ellos sin atender a su penoso estado: adulto en plenitud, tercera edad, adulto mayor… (¿ya escuchó el anuncio del INEGI?: «No soy viejo, soy un adulto mayor»).
No por nada la vejez ha aterrado al género humano desde siempre. Ahí está el doctor Fausto subastando su alma por juventud para enamorar a la febril Gretchen.
Pero hoy, cuando la humanidad ha dado por fin con la clave de la juventud, cuando por fin la ciencia médica y la nanotecnología nos permiten retrasar el proceso de envejecimiento, existen unos cuantos descarados que se atreven a presumir sus canas y su vejez y, lo más peligroso, están de moda.
Hace unos pocos días, me topé con una lista formada por varios de estos adultos mayores en nomellamesadultomayor.com, todos vivos para mi sorpresa y todos famosos. ¿Los conoce? ¿Sabe por qué están en boga? Copio y pego los 8 primeros:
1. Alexander Ferguson (Glasgow, 1941). 70 años. En 2011, Fergie –como se le conoce en el mundo del futbol– cumple 25 años como director técnico del Manchester United. En su palmarés hay de todo: ligas, copas, copas de Europa, copas de campeones.
2. Gabriel Zaid (Monterrey, 1934). 77 años. Impulsor de una economía sustentable basada en la sensatez, su pensamiento sigue provocando a propios y extraños.
3. Vicente Leñero (Guadalajara, 1933). 78 años. Recién llegado a la Academia Mexicana de la Lengua, ha escrito más de 30 trabajos entre novelas y obras de teatro.
4. Elena Poniatowska (París, 1932). 79 años. Su crónica sobre los eventos de 1968 la catapultó a la fama. Acaba de publicar Leonora, novela sobre el surrealismo en México alrededor de la fallecida Leonora Carrington.
5. Roberto González Barrera (Monterrey, 1930). 81 años. Uno de los empresarios más importantes de México, su última conquista: la integración de Ixe y Banorte.
6. Benedicto XVI (Baviera, 1927). 84 años. En las décadas recientes no ha habido un teólogo como Joseph Ratzinger. Su inteligencia se combina con la pasión por la música.
7. Isabel II (Londres, 1926). 85 años. Es quizá la mujer más poderosa del mundo. Durante la crisis financiera mundial, su figura ha mantenido la cohesión social en Inglaterra. Oportunamente, decretó un plan de austeridad para la casa real.
8. Manoel de Oliviera (Oporto, 1908). 103 años. El cineasta más reconocido, no sólo por su longevidad, sino por el peso de su influencia en el cine; ha recorrido todas las modas y es figura indispensable en los festivales fílmicos de mayor prestigio en el mundo.
La lista completa no cabría en este espacio, pero coincidirá conmigo en que la selección es elocuente. La vigencia de dichos personajes es, al menos, sospechosa. Porque, ¿qué razón habría para que ellos marcaran la pauta en nada? Es imposible que donde gobierna la eficacia quepa la vejez.
Mire, el más joven, Ferguson, nació hace 70 años. Para dimensionar esa época añeja me permito recordarle que por entonces Alfonso XIII estaba vivo y en México, por cada dólar, nos daban $4.85 pesos, de los viejos que, hoy, ya no valen nada.
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*Estudió Filosofía en la Universidad Panamericana; actualmente coordina la oficina de Comunicación institucional de la misma institución.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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