Antonio Ramos
Almadía. Oaxaca, 2011
176 págs.
El cantante de muertos no es la historia de un sólo intérprete, sino que abraza, en su singular apelativo, a dos familias y tres generaciones de varones que ejercen el intrigante oficio de despedir a los muertos con canciones.
Sin embargo, el cantante entre cantantes es el propio autor, quien ofrece en este libro una vibrante oda a la muerte. Después de probar con cuatro libros de cuentos su talento para la narrativa de aliento breve, esta primera novela demuestra la maestría del recurso narrativo de Ramos, quien a sus 34 años, logra un relato concentrado en el que todo concurre para profundizar en la relación de los vivos con los muertos, desde la infancia hasta la edad madura.
En tiempos en que el norte del país se reduce a la nota roja y transforma las defunciones violentas en cifras impersonales, cuando los autores se avocan a la narconovela y al realismo sucio, este libro es un merecido respiro que devuelve al momento supremo su dimensión humana, íntima y única, en tanto demuestra que la nueva generación de escritores inaugura caminos diferentes para volver a temas como la herencia, el perdón y el peso del pasado.