Retos diversos para cada época

Distintas voces intentan, desde hace varias décadas, aligerar la acartonada y en ocasiones maniquea visión de nuestra historia patria y dar paso a una más realista y humana. Todavía es largo el camino para que esa nueva forma de ver la historia se abra paso. Pero si logramos que las nuevas generaciones aprendan una historia compuesta de aciertos y errores, de luces y sombras con matices, y no sólo de buenos contra malos, aprenderán también a ser más plurales y a aceptar que generalmente ninguna parte tiene toda la razón.
El desarrollo democrático requiere que intentemos cultivar una conciencia histórica saludable y constructiva de un pasado común. Sólo se logrará mediante una revisión objetiva del pasado y tratando de entender el contexto en que se dieron los hechos. Esto requiere acabar con muchos mitos y también dar a la Historia independencia y autonomía, es decir, no permitir que los distintos grupos políticos en el poder la utilicen para legitimar su actuar.
El bicentenario es buena ocasión para ello. istmo se une a los festejos y ofrece dos textos: «Independencia, una guerra que se pudo evitar» de Jaime del Arenal y «Emergen héroes de carne y hueso» de Iñigo Fernández.
Desde el punto de vista sociológico hace mucho que se habla del choque de generaciones, pero, hasta hace poco, cada grupo de edad se enfocaba en su ámbito de acción y con paciencia y tolerancia se salvaban obstáculos. Sin embargo ahora que conviven cuatro generaciones en la empresa, ya no bastan el respeto y la tolerancia. Todos, empezando por los directivos, tienen que lograr comprensión y entendimiento para trabajar juntos y alcanzar metas comunes apoyados en lo mejor de cada uno.
Varias investigaciones se enfocan a estudiar y resumir las características más destacadas de cada generación. Es muy conveniente saber, por ejemplo, «A qué generación pertenezco» (Alberto Franichevich y Eugenio Marchiori) y también «Qué puede aportar cada generación a la empresa» (Lizbeth Toscana). Como es lógico, la generación no depende sólo de la edad. Tiene mucho que ver cómo me percibo a mí mismo, qué acontecimientos positivos y negativos han marcado mi historia y cuáles son mis comportamientos y creencias.
Junto con los retos mencionados aparece otro: impulsar la creatividad en la empresa a todos los niveles. Guido Stein y Miguel López-Remiro se remiten al arte, concretamente a unos criterios planteados por el pintor Mark Rothko para enlazarlos con el mundo empresarial y fomentar la innovación.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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