¿Puedo desentenderme de las «transas» de mi empresa?

Trabajo en una industria sanitaria que está faltando a la ley con relación al desecho de desperdicios, con riesgo de que se afecte a la comunidad cercana. Sin embargo, me consta que deshacerse de ellos conforme a las normas establecidas tiene un costo tan alto que la empresa no podría afrontar. Simplemente tendría que cerrar y dejar a 150 personas sin trabajo.
El riesgo para la comunidad no es grave y por ahora se ve lejano, pero lógicamente crecerá conforme pasen los años si seguimos actuando de esta manera. Aunque he investigado un poco, de momento no veo solución posible. Sé que desde el inicio la empresa se montó con bases indebidas, pero ahora es un hecho consumado y no veo salida.
Los asesores sugieren
Toda responsabilidad conlleva un costo. Las normas sobre ecología son recientes y, por tanto, se pueden ir dando pasos paulatinamente para incorporar esas obligaciones a las prácticas que se venían dando. Tal como se describe el asunto pareciera que se podría enfrentar la resolución de los desperdicios gradualmente. Incrementar los costos de una responsabilidad en plazo cero acarrearía seguramente unos costos no practicables, pero si se hace un plan concreto se podrían abatir los costos en otras áreas hasta conseguir destinar los recursos suficientes para resolver el problema antes de que se convierta en grave.
Quizás el punto de partida para una solución es agrupar a varias personas, de dentro y de fuera de la misma empresa que empiecen a pensar en una solución. No sería la primera ni la única empresa en una situación similar.


Felipe Jiménez

Filósofo dedicado a la docencia

En cuestiones relacionadas con el medio ambiente es difícil determinar la responsabilidad ética, puesto que no siempre es posible determinar los efectos nocivos. El impacto de la actividad económica en el medio ambiente con frecuencia presenta problemas extremadamente complejos y no tiene soluciones fáciles. Seguir al pie de la letra una ley sobre desechos no significa que se actúa de manera moralmente correcta. La ley no siempre determina el comportamiento ético.
Hay que señalar, en primer lugar, que no puede perderse el criterio de que primeramente está el bienestar del ser humano y luego los «derechos de los animales» y los «derechos de las plantas». Puede parecer obvio, pero hoy en día más de alguno ha perdido esa escala de valores fundamental. Desde luego no hay justificación ética para afectar caprichosamente a los animales y a las plantas. Pero primero está el hombre.
En el caso que se plantea, los desechos tienen un riesgo que ahora no es grave. Pero está, en contraparte, la generación de empleos. Éticamente será correcto establecer en elpresupuesto una cantidad que acumulada pueda a futuro resolver los problemas de contaminación. Habrá también que analizar la posibilidad futura de esa planta. Incluso, habrá que pensar en ir más allá de lo que marca la ley para proteger primero al ser humano y luego su entorno. Sin duda, se ofrece una oportunidad de innovación.

Pablo Riba Gargollo

Abogado y consultor de empresas


istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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