Ben Hoyer: el lazo que une el emprendimiento social y la sostenibilidad

«Si cada uno asume la responsabilidad de los ámbitos sobre los que tenemos influencia, podemos lograr en conjunto que la situación sea mejor».

 

Cuando se trata de analizar los desafíos a los que se enfrentan los emprendedores sociales en la actualidad, Ben Hoyer plantea la siguiente pregunta: ¿Qué tipo de vínculo tiene cada emprendedor social con el problema al que está intentando dar solución? Si nos planteamos la tarea de poner en marcha un proyecto de emprendimiento social, mientras más podamos ponerlo en sintonía con un área que nos despierte pasión, más probable va a ser que tengamos éxito. Ya en el terreno del emprendimiento social, Ben tiene la convicción de que, si pusiéramos más atención a las cadenas de suministro, hasta las cosas más pequeñas como el café que tomamos por la mañana podrían convertirse en una manera de incidir de manera positiva en el mundo. Eso abre una posibilidad muy importante en la que la iniciativa empresarial y la sostenibilidad pueden vincularse. Tuvimos la oportunidad de platicar con Ben Hoyer y le preguntamos sobre los desafíos a los que se están enfrentando los emprendedores sociales y sobre cómo se pueden vincular con los esfuerzos en torno a la sostenibilidad que se están realizando en todo el mundo.

Ben Hoyer es el presidente y director de operaciones de Rally, un espacio dedicado a reunir emprendedores sociales de distintos países para facilitarles acceso a los conocimientos, los recursos y a la gente que necesitan para convertir sus ideas en emprendimientos sostenibles que tengan una capacidad real de generar cambios positivos en la sociedad. Ben también es copropietario de Downtown Credo, una sociedad privada de interés público que opera dos cafeterías, un espacio de coworking y una sociedad sin ánimo de lucro dedicada a disolver los factores que fomentan la división racial. A través de estos emprendimientos, Ben ha mostrado de manera consistente un compromiso personal por mejorar la calidad de la vida de las personas a través de la creación de redes que funcionan en torno a las nociones de significado, impacto y comunidad.

 

Ben Hoyer, Managing Partner en CREDO Conduit

 

 

LA IMPORTANCIA DE ASUMIR EL LUGAR QUE OCUPAMOS EN LA CADENA DE SUMINISTRO
Downtown CREDO, que tiene sede en Orlando, Florida, es una empresa que creció a raíz de un esfuerzo por establecer una relación lo más directa posible con distintos pequeños productores de café, primero en Guatemala y después en Chiapas, México. La idea era que sus cafeterías se abastecieran de café sin intermediarios, para intentar que les llegara tanto dinero como fuera posible a los productores, y que sus clientes pudieran decidir qué precio pagar por su café. La intención al permitirles decidir qué precio pagar era estimularlos a reflexionar sobre el lugar que ocupan en la cadena de suministro y asumirlo de manera activa para generar más conciencia sobre la posibilidad que representa cada compra de incidir de manera positiva en el mundo.

Lo que Downtown Credo ofrece es una oportunidad para explorar las posibilidades de generar impactos positivos con empresas que tienden a privilegiar la perspectiva de sus respectivos mercados sin dejar de ser rentables. Eso es lo que después llevó a Ben a plantearse ayudar a otras personas a crear empresas que tuvieran un impacto positivo en el mundo. Y eso es a lo que se dedica Rally, una iniciativa que opera bajo la misión de apoyar a emprendedores sociales en sus primeras etapas brindándoles el tipo de mentoría y estrategias que los pueden colocar en una posición sólida para dar un siguiente paso, que podría ser conseguir una inversión estratégica, establecer alguna alianza, conseguir su primer cliente o hacer escalar su ritmo de crecimiento.

 

El pensamiento
emprendedor
tiene un valor
enorme porque
te obliga a entender
a tu beneficiario.

 

 

LA RELEVANCIA DE LAS INICIATIVAS DE EMPRENDIMIENTO PARA HACER FRENTE A LOS DESAFÍOS VINCULADOS CON LA POBREZA
El discurso sobre la sostenibilidad siempre se ha ocupado de temas cruciales como la pobreza. Sin embargo, hay que reconocer que no siempre tenemos claridad sobre cómo pueden contribuir los distintos sectores de la sociedad para hacer frente a esos temas. Por lo tanto, es importante plantearnos qué tipos de papel puede desempeñar cada sector. Teniendo en mente la posibilidad de que, de acuerdo con los datos reportados por el Foro Económico Mundial, este año cerca de 150 millones de personas podrían volver a caer en la pobreza extrema en los países en desarrollo, primero le preguntamos a Ben si cree que haya maneras en las que podríamos sacar mejor provecho de las iniciativas empresariales para hacer frente a estos desafíos.

«Lo primero que pienso al considerar la idea de recurrir al pensamiento emprendedor para hacer frente al problema de la pobreza a nivel mundial es la pregunta sobre cómo podemos colaborar con los que viven en situación de pobreza, cómo podemos crear cosas que les sirvan a estas personas para mejorar sus situaciones». Ben comenta que su planteamiento para abordar la problemática de la pobreza radica en establecer relaciones bajo un modelo de cooperación, en lugar de un planteamiento que gire en torno a la creación de soluciones predeterminadas que tienen que encauzarse a través de figuras como las ONG. Para Ben, la idea de que sean figuras del tipo de las ONG las que ponen en marcha las soluciones puede esconder una trampa, ya que por lo general acaban siendo soluciones para personas que viven en situación de pobreza pero que no acaban siendo aplicables en los países en desarrollo o en las situaciones de pobreza extrema. «La gran virtud de plantearse abordar los desafíos de la pobreza bajo el esquema de pensamiento emprendedor es que nos obliga a asegurar que lo que se ofrece tenga un valor para el cliente. Cuando se trata de extender ayuda directa a los que viven en situación de pobreza, en cualquier parte del mundo, el esquema de pensamiento emprendedor adquiere un valor extraordinario porque nos obliga a entender a quien quiera que sea nuestro beneficiario».

 

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«Hay muchas maneras en las que el pensamiento emprendedor puede utilizarse para abordar el problema de la pobreza a nivel mundial», comentó Ben, en relación a lo cual mencionó un ejemplo que leyó sobre la agricultura de subsistencia, donde un grupo de personas se plantearon la idea de construir pozos y sistemas de riego cuyo costo de producción fuera lo suficientemente bajo para que pudieran ser accesibles para la gente que vive con ingresos de un dólar al día y, de esta manera, estas personas pudieran aumentar su productividad.

En efecto, ya se están observando síntomas de que el ámbito empresarial se está volviendo más favorable para que haya una mayor amplitud de acciones posibles. Ben mencionó el hecho de que «los consumidores muestran cada vez más conciencia sobre la huella y el impacto que dejan las empresas a las que les compran productos y servicios en los ámbitos social, cultural, económico y medioambiental» y que «los emprendedores que radican en áreas de mayor desarrollo están asumiendo con mayor responsabilidad estas huellas, ya sea dentro de sus empresas o en el ámbito amplio de su cadena de suministro». Al final de cuentas, Ben está convencido de que el hecho de poner atención a los impactos que cada empresa está teniendo en el mundo acaba trayendo un beneficio económico real. «Vas a mejorar tus ventas; no es solo el hecho de sentirse más satisfecho con el trabajo que estás haciendo», comentó.

 

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LA IMPORTANCIA DE ARMARSE DE TENACIDAD PARA HACER QUE LOS OBSTÁCULOS SE CONVIERTAN EN OPORTUNIDADES
Ben ha acumulado una gran experiencia como emprendedor y como mentor de otros emprendedores. Y tiene mucha claridad sobre el tipo de mentalidad que se requiere para hacer que los contextos desafiantes se conviertan en oportunidades, en lugar de considerarlos como obstáculos. Al preguntarle sobre ese tipo de mentalidad, destacó un cierto tipo de determinación o tenacidad que necesitan tener los emprendedores para no permitir que los desafíos que presente un contexto determinado los desaliente para seguir persiguiendo la misión que se plantearon con su emprendimiento. Para él, siempre llega un punto en el que los emprendedores se van a enfrentar con algún desafío muy grande que va a requerir que se armen de una fuerza de determinación y tenacidad para poder seguir avanzando, la determinación que los lleva a convertir los obstáculos en oportunidades y, en última instancia, a lograr la misión que se han planteado. Sin embargo, ese tipo de tenacidad no es algo que surja de la nada. «Es más difícil encontrarla», comentó, «cuando lo que tienes no es más que una idea que suena bonito o una manera fácil de generar dinero […]. Si lo que quieres es emprender un proyecto en el que crees de verdad, o si encuentras una manera de conectar esa manera fácil de generar dinero con una creencia tuya, entonces vas a poder generar ese tipo de determinación para realmente intentar resolver un problema».

Entonces, hay un ingrediente que resulta fundamental a la hora de reunir lo que se requiere para la creación de un emprendimiento social, que es una vía directa que conecte hacia una pasión propia. Ben nos compartió su propia experiencia a propósito de esto:

«Yo me acuerdo cuando llegó ese punto para mí. Había tomado la decisión de que la manera en que quería incidir en el mundo era a través de la cadena de suministro de café, y para ello tenía que abrir una cafetería. Después de hacer un breve estudio de mercado, llegué a la conclusión de que la ciudad de Orlando tenía las condiciones suficientes para acoger este tipo de cafetería. Ya había localizado un local que me pareció que se adecuaba muy bien a la situación. Y ya había encontrado una estructura de arrendamiento que me pareció razonable. Sin embargo, la autoridad local no estuvo de acuerdo con la manera en la que estaba planteando hacer uso del local y empezó a mencionar la necesidad de construir baños nuevos. Y así se fue presentando toda una serie de problemas para los cuales sabía que no me iba a alcanzar el dinero. Se convirtió en un verdadero obstáculo. Pero tengo muy claro el momento en el que tomé la determinación de que, incluso si me llegan a exigir que construya esos baños, no sé cómo le voy a hacer, pero voy a encontrar una solución al problema. No hay obstáculo que me puedan poner enfrente que no esté dispuesto a franquear. Y lo que resulta interesante a la hora de trabajar con los emprendedores que llegan a Rally es que es muy difícil saber si realmente se puede enseñar ese tipo de mentalidad. Lo que intentamos hacer cuando trabajamos con los emprendedores es tratar de encontrar un vínculo con un ámbito que les despierte una pasión profunda. En nuestro caso, trabajamos específicamente con emprendedores sociales. Y parte de lo que les planteamos es la pregunta: ¿qué tipo de vínculo tienen con el problema que están intentando resolver?»

Para ponerlo en términos llanos, Ben considera que, cuando alguien se propone poner en marcha un proyecto de emprendimiento social, la medida en la que pueda ponerlo en sintonía con un área que le despierte pasión es la medida en la que va a tener probabilidad de éxito.

 

Siempre llega un punto
en el que los emprendedores
se enfrentan con algún
desafío muy grande que
va a requerir que se armen
de una fuerza de determinación
y tenacidad para poder
seguir avanzando.

 

 

EL CAMBIO QUE SE ESTÁ GESTANDO EN TORNO AL DISCURSO SOBRE LA SOSTENIBILIDAD
Si consideramos las maneras en que esta mentalidad podría ayudar a que los esfuerzos en torno a la sostenibilidad prosperen, se revela un cruce muy interesante entre el emprendimiento social y la sostenibilidad. Y es cierto que los esfuerzos que se han estado haciendo y el discurso que se ha generado en torno de la sostenibilidad y el emprendimiento social han ayudado a que surjan nuevos enfoques, nuevas líneas de acción e incluso nuevos términos y teorías. Sin embargo, también se podría argumentar el hecho de que la discusión en torno de la sostenibilidad se ha visto en gran medida restringida a sus aspectos técnicos. Han surgido tantos términos que de pronto se nos olvida cuál era el fundamento de todo esto. No obstante, desde otro frente se puede plantear que se está dando un cambio en el discurso sobre la sostenibilidad, y Ben está de acuerdo con esa perspectiva.

«Hace diez años», comentó Ben, «cuando arranqué el proyecto de Downtown Credo, no había en la industria ningún término para referirse al comercio directo. Ya se hablaba del comercio justo en la industria del café, pero la idea de que, además de pagar algo equiparable a un salario digno, se estableciera un vínculo de manera que no hubiera intermediarios y llegara, por lo tanto, más dinero a los primeros eslabones de la cadena de suministro no tenía ningún término que se reconociera en la industria».

Ahora vemos que los criterios de inversión que se denominan con las siglas inglesas ESG (los criterios de inversión Ambientales, Sociales y de Gobernanza) se están volviendo cada vez más importantes y, de hecho, son un claro reflejo de los esfuerzos que se están haciendo para vincular el discurso con la práctica. «Para mí, eso es una muestra», comenta Ben, «del hecho de que las empresas están volteando a ver a sus clientes y a sus empleados por igual […]. Necesitamos que las empresas dediquen atención a la huella social y la huella ambiental que están dejando y que procuren contribuir a mejorar las áreas con las que tienen contacto, que asuman la responsabilidad de las huellas que está dejando su empresa, de todo el ámbito que abarca su cadena de suministro, del impacto ambiental que se genera con la fabricación de sus productos y con sus estrategias de distribución, e incluso de las estructuras y los sistemas que han establecido en términos de capitalización y de gobernanza. Poco a poco, esto se está convirtiendo en la norma. Y mi impresión es que la tendencia va a seguir extendiéndose en esa dirección».

 

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LA IMPORTANCIA DE EVALUAR QUÉ TAN ASEQUIBLES SON LAS INICIATIVAS EN TORNO A LA SOSTENIBILIDAD EN TODOS LOS NIVELES
En lo que respecta a la relación entre el emprendimiento social y la sostenibilidad, ha ido creciendo un diálogo en torno a la pregunta sobre quién realmente puede asumir los costos de emprender esfuerzos e iniciativas que favorezcan la sostenibilidad. Hay muchas empresas que persiguen fines sociales y que tienen un vínculo directo con alguna iniciativa de sostenibilidad, pero es muy importante que nos planteemos la cuestión de si sólo las grandes empresas tienen la capacidad para asumir los costos de integrar ese tipo de iniciativas en su modelo de negocio. En el caso de México, donde el 95% de las empresas son pequeñas y medianas empresas, estamos empezando a ver que esta conversación está recibiendo mayor atención en la comunidad empresarial. Sin embargo, uno de los desafíos que se suele plantear en las conversaciones que se han suscitado en la comunidad empresarial es que no es una conversación con la que pueda identificarse cualquier empresa.

Para Ben, «es una realidad que no todas las empresas pueden adaptar o adoptar todas las estrategias. Entonces, cuando entramos en la conversación sobre los objetivos en torno de los criterios de ESG dentro de las empresas, entramos en un lenguaje y en una línea estratégica que concuerda con la realidad de las grandes empresas, y que no concuerda con la realidad de las pequeñas empresas».

 

 

 

«Sin embargo, en mi opinión», comentó, «es un error pensar que todas las estrategias que procuran la sostenibilidad ambiental o las estrategias que se requieren en el emprendimiento social cuestan más dinero. Si estuviera con un grupo de pequeños empresarios que quisieran desafiar mi postura diciendo que no tienen posibilidad de asumir ese tipo de costos, lo que yo haría sería desafiarlos de vuelta diciéndoles que, si logramos entender el asunto desde la óptica adecuada, lo que no van a poder asumir son los costos de no identificar los elementos por los que tienen que hacerse responsables. A veces es en su estrategia de contratación, a veces en su diseño de productos o en su estrategia de distribución, pero seguro pueden encontrar maneras en las que pueden aumentar su eficiencia como empresa y obtener una ventaja competitiva si logran hacer un buen análisis del cómo. Es cierto que es algo que demanda una mayor labor de reflexión porque se trata de una nueva manera de pensar. Pero todas las grandes ideas requieren una mayor reflexión».

Esta conversación está logrando abrirse paso en foros de gran envergadura, como es el caso de la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU, por lo que también puede ser importante preguntarnos sobre el papel que están teniendo este tipo de foros para lograr que la conversación siga prosperando. Ben considera que, a pesar de la importancia de esos esfuerzos y eventos de gran escala, el cambio real tiene venir de las comunidades empresariales a una escala más pequeña.

 

Si cada quien asume
la responsabilidad de
los ámbitos sobre los
que tenemos influencia,
podemos lograr en
conjunto que la situación
sea mejor.

 

 

«Las cuestiones de mayor escala no se me dan mucho», comentó. «Creo que soy una persona que mora más en el nivel de las unidades más básicas de la sociedad. Pero hoy por hoy estoy convencido de que, si llegamos a ver un cambio a gran escala, va a ser porque la comunidad empresarial habrá logrado entender que la responsabilidad que tiene hacia los demás y hacia el mundo implica más que solo la de generar dinero para otros y que el medio ambiente representa el problema más acuciante que tenemos a nivel mundial. Entonces, si lo que queremos es actuar con integridad y vivir de manera que dejemos un legado motivante y duradero, lo que nos toca hacer es reflexionar sobre el ámbito de influencia que tenemos con nuestros oficios para lograr incidir de manera positiva en el mundo. Creo que cada empresario tiene que reflexionar sobre todo lo que está incluido en su ámbito de influencia, sobre quién experimenta las repercusiones del trabajo que realizan y, con ello, darse cuenta de que ese mismo impacto que tienen es lo que hace posible que puedan incidir de manera positiva en el mundo. Si cada uno asume la responsabilidad de los ámbitos sobre los que tenemos influencia, podemos lograr en conjunto que la situación sea mejor».

 

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Más específicamente en relación con el emprendimiento social, Ben explicó que los emprendedores tienen que darse cuenta de que su enfoque no puede depender de que primero se defina un marco regulatorio que garantice un terreno llano y propicio para estas iniciativas. En su opinión, los emprendedores deberían adoptar una mentalidad que los haga decir: «no es una opción esperar hasta que caiga la siguiente ficha de dominó para que yo pueda dar mi siguiente paso. Tengo que poder encontrar una manera de dar ese paso por mi propia cuenta. Tengo que hacer mi mejor esfuerzo. El movimiento genera más movimiento. Cuando nos sentemos a considerar cómo generar nuevas posibilidades de acción y de cambio, tenemos que preguntarnos qué es lo que está dentro de nuestro ámbito de influencia, el ámbito de responsabilidad en el que podemos de hecho operar los cambios. Cuando damos un paso, se abre la puerta para un segundo paso. Si estás esperando a que llegue primero el marco normativo, te estás planteando las cosas de manera equivocada. Seguro hay áreas dentro de tu ámbito de responsabilidad que ya puedes abordar desde ahora».

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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