¿Qué pensarías si te dijera que en un solo destino puedes hacer un recorrido paleontológico, degustar platillos regionales e internacionales, esquiar todos los días del año y pasear por una ciudad tan histórica como moderna?
Este tipo de turismo lo encuentras en el sureste de Coahuila, entre el desierto de Chihuahua y la Sierra Madre Oriental, donde están los municipios de Saltillo, Ramos Arizpe, Arteaga y General Cepeda. En ellos se condensan muchas de las experiencias gastronómicas, culturales, históricas, de bienestar y de reuniones al norte de México.
SALTILLO, LA CIUDAD
Una de las ciudades más seguras, con mejor calidad de vida y un considerable crecimiento económico en México. Si bien es cierto que ahí se vive el dinamismo de una ciudad moderna, también se puede disfrutar del ambiente tranquilo y de la hospitalidad de sus ciudadanos. La capital de Coahuila se ha posicionado como un punto turístico atractivo por la variedad de actividades y lugares de interés que tiene para todo tipo de gustos.
Inicia tu recorrido en las plazas públicas que encontrarás por toda la ciudad; la Alameda, la Plaza de Armas, la Plaza Ateneo y la Plaza Manuel Acuña son imperdibles. En el cuadro céntrico de la ciudad tómate algunos minutos para apreciar las grandes edificaciones como la icónica Catedral de Santiago, y para tomarte alguna fotografía frente a los edificios neoclásicos o a las elegantes casonas que abundan en la ciudad. También puedes visitar sus más de 20 museos dedicados al sarape, la cultura taurina, las aves, la revolución mexicana, las muñecas, o a la Catrina, por mencionar algunos.
Si eres de los que piensan que para conocer bien una localidad necesitas vivir su gastronomía, estás en el mejor lugar. La variedad culinaria de la ciudad se deja ver en los muchos restaurantes de cocina mexicana o internacional que bien podrían competir con los de las grandes ciudades. No pierdas la oportunidad de acompañar esta experiencia con un vino local ya que el estado de Coahuila es considerado como la cuna del vino en América al fundarse ahí la primera casa vitivinícola del continente.
CAMINAR ENTRE FÓSILES
Los primeros habitantes de la región transitaron por estas tierras (que entonces eran playas) hace 72 millones de años. Hoy en día la zona se encuentra repleta de vestigios prehistóricos, haciendo de la paleontología uno de los atractivos que mejor se han capitalizado en el sureste de Coahuila. De hecho, la entidad fue decretada «Tierra de dinosaurios» en 2014.
Para entrar en contacto con el periodo Cretácico tienes que visitar el municipio de General Cepeda, donde se ha encontrado la colección de fósiles más importante de México. Te recomiendo dar un paseo por «Rincón Colorado», la primera zona paleontológica abierta al público en México. Aquí serás testigo del proceso para ubicar y rescatar fósiles; también entenderás el impacto cultural que tiene la promoción y conservación de estas piezas.
Otro punto de interés en el municipio de General Cepeda es su cabecera municipal, un pueblo pequeño pero agradable en el que se pueden adquirir productos locales como lácteos y dulces. En Las Águilas hallarás plasmadas las huellas de dinosaurios que caminaron por este lugar hace millones de años. Y en el valle de Narigua estarás ante un sitio arqueológico único en el norte del país por tener cientos de piedras grabadas por los antiguos grupos de habitantes de la región.
Para profundizar aún más en el estudio de los cretácicos pobladores de México, en la ciudad de Saltillo está el Museo del Desierto. Se trata de un recinto único en Latinoamérica que funciona como centro de investigación, difusión y conservación paleontológica. Por medio de las distintas salas de exhibición, organiza las colecciones de fósiles (algunos endémicos de la región) y profundiza en la relación simbiótica del ser humano con el entorno desértico. También destaca por su labor de preservación de especies de flora y fauna de la zona.
EN LAS MONTAÑAS: ARTEAGA
Si deseas establecer otro tipo de conexión con la naturaleza dirígete al municipio de Arteaga. Rodeado de montañas, este pueblo mágico te invita a caminar por sus apacibles calles, recorrer la plaza central o disfrutar de la sombra de sus árboles. Esta región destaca por su producción de manzanas por lo que te recomiendo sus dulces y licores típicos.
Si te diriges a las cumbres de la Sierra Madre Oriental, llegarás a la «Suiza de México», donde los paisajes boscosos son imponentes, incluso sin las nevadas que a veces suelen pintar las montañas de blanco.
En este municipio se encuentra Bosques de Monterreal, un lugar único en México pues cuenta con instalaciones para practicar algunos deportes de invierno, incluso cuando no hay nieve. Ya sea que te guste la adrenalina o prefieras mejorar tu swing en el campo de golf más alto de México, la experiencia en este centro vacacional no estará completa si no te hospedas en alguna de las cabañas estilo suizo y enciendes la chimenea mientras dejas que la atmósfera boscosa te relaje.
CONECTARTE CON EL DESIERTO
Visitar el desierto tiene cierto encanto: la serenidad del entorno y la claridad de los cielos ayudan a apreciar que la belleza a veces se encuentra en las cosas más simples.
A hora y media de Saltillo y de Monterrey, están las Termas de San Joaquín, complejo turístico que ofrece al visitante la posibilidad de rodearse de la quietud del desierto. Las huestes revolucionarias conocían bien este lugar por los depósitos de aguas termales, mismas que les permitían recuperarse de fatiga de las batallas. Hoy este lugar se ha convertido en un destino turístico catalogado como «el oasis del desierto».
Lleva tu traje de baño para aprovechar las aguas termales que se ubican bajo el suelo en bóvedas construidas al estilo romano iluminadas con luz natural. Te recomiendo mucho que aproveches las veladas astronómicas organizadas por el complejo; ya sea usando un telescopio o a simple vista, te encontrarás rodeado de estrellas que brillan con intensidad. Para explorar el desierto puedes también hacer recorridos ecoturísticos o viajes en bicicleta, para después relajarte en el SPA.
