
Alba. Barcelona, 2014
304 págs.
El cumpleaños 25 de Monty Brewster es, para decir lo menos, surrealista. Su abuelo le ha heredado un millón de dólares, pero hay una complicación: debe gastarlos en un año para heredar siete que le ha dejado un tío materno… que odiaba a su abuelo.
El novelista estadounidenseGeorge Barr McCutcheon (1866-1928) publicó en 1901 una exitosa serie de aventuras. Sin embargo, siempre quiso que se le reconociera por otras obras y de ese anhelo nació Los millones de Brewster. Además apostó cien dólares con su editor a que el nombre del autor no era tan importante como la propia novela para que ésta triunfara, por lo que se sirvió de un pseudónimo (Richard Greaves) para firmarla. Y ganó.
Apasionado del riesgo, Barr McCutcheon lanzó a su simpático personaje a un viaje complicadísimo: no poseer un céntimo en 365 días; quedar como un manirroto y excéntrico ante la sociedad neoyorkina de fines del siglo XIX; no perder el amor y el respeto de su amada; y no decirle a nadie (prohibición expresa en el testamento) su objetivo de gastar, hasta consumirla, la herencia del abuelo. Una divertida y trepidante historia con un matiz por descubrir: este millonario no es como lo pintan.