Evelyn Prado de Amaya
y Jesús Amaya Guerra
Trillas. México, 2013
112 págs.
Quienes nacieron a mediados del siglo XX, por lo general, fueron educados bajo unas normas estrictas, con una obediencia sin mucho diálogo, en ocasiones rígida. Sus hijos, en cambio, centrados en un mundo cibernético, aparentemente felices, experimentan frecuentes fracasos y baja autoestima; no saben enfrentarse a retos ni son incapaces de resolver sus pequeñas y normales dificultades cotidianas. Los domina un marcado egocentrismo, apatía, e intolerancia que se prolonga a lo largo de la juventud, e incluso, después del matrimonio, porque no acaban de madurar.
Los llamados «hijos tiranos» son fruto de una autoridad permisiva, anárquica y sin mayores controles de padres que piensan que si se les exige a los hijos, sufrirán y se frustrarán.
En este contexto de dudas e inseguridades, los autores proponen: tender hacia una formación más cercana, ejercer una autoridad con fortaleza en la que pueda existir un diálogo sincero, tomar conciencia de la importancia de la convivencia familiar, mostrar congruencia en los valores, entre otros consejos que conducirán hacia una generación de padres más sabios e hijos más humanos.