México como hub de producción mundial ¿es posible?

En la economía global la inversión extranjera directa crece continuamente, en muchos casos es parte significativa del desarrollo de un país, siempre y cuando su capacidad logística lo permita.
Uno de los principales componentes del proceso de globalización económica es la Inversión Extranjera Directa (IED), motor de desarrollo en algunas regiones del mundo, pues internacionaliza la economía doméstica, crea empleos, contacta con nuevas tecnologías y detona el desarrollo.
Incluye todas las inversiones que realizan empresas extranjeras en un país distinto del de origen para establecerse y operar negocios; las empresas transnacionales son el mecanismo principal para su funcionamiento. En las últimas dos décadas, los flujos globales de IED se duplicaron con respecto al producto interno bruto global, que aumentó de 324 mil millones de dólares en 1995 a 1.5 mil millones en 2000, y para 2014 se proyecta que alcanzará 1.9 mil millones de dólares de acuerdo al reporte de inversión mundial 2014 de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo).
 
IED: VALIOSO MECANISMO PARA EL PAÍS ANFITRIÓN
Existen posturas contrarias sobre el beneficio de la IED para los países receptores. Quienes se oponen a ella sostienen que las empresas transnacionales refuerzan su dependencia del exterior, porque pueden contribuir a perpetuar la dependencia tecnológica e inhibir los esfuerzos nacionales por desarrollar una tecnología propia, además, si la transferencia de tecnología no reditúa en mejores condiciones laborales, podría exacerbar las desigualdades nacionales.
Sin embargo, el tiempo ha demostrado que la IED es un valioso mecanismo para financiar el crecimiento económico, principalmente de los países en desarrollo. Entre los beneficios que argumentan sus defensores destacan:
 
•          Aumenta la competitividad del país receptor. La entrada de nuevas empresas reduce las presiones de precios, mejora la eficiencia en la asignación de recursos y promueve la competitividad de las empresas locales.
•          Introduce tecnología. Implanta tecnología moderna relacionada con nuevas variedades de insumos, productos de alta tecnología y procesos productivos, que no pueden obtenerse con la inversión financiera o el comercio de bienes y servicios. En la medida en que las empresas transnacionales se relacionan con las locales, mediante la compra de insumos o productos y el flujo de personal de una empresa a otra, generan externalidades positivas que contribuyen al progreso técnico del país anfitrión.
•          Formación de capital humano. Las empresas transnacionales introducen nuevas prácticas administrativas, organizativas y de mercadotecnia, lo que exige que capaciten a sus trabajadores y contribuye a la formación de capital humano en el país anfitrión.
 
Las transnacionales contribuyen también a que regiones particulares adquieran ventajas comparativas. Su interacción con las empresas locales y los mejores ingresos de los trabajadores tienen efectos significativos en la competitividad regional, aunque la permeabilidad de esos beneficios potenciales la determina el nivel de educación de la población local y la existencia de un ambiente propicio para los negocios.
 
¿QUÉ ATRAE A LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA?
Son múltiples los motivos que incentivan a las empresas a invertir en el exterior. Dada la globalización económica actual, las empresas internacionalizan su producción al aprovechar las cadenas globales de valor.
En el país anfitrión de la IED, la mayoría de las actividades tienden a concentrarse en parques industriales o clusters ya que al agruparse geográficamente generan cadenas productivas de alto valor para la industria. Esta concentración genera economías de escala, incentiva a las empresas que pertenecen al cluster e incrementa la rentabilidad de las firmas que lo conforman.
Al concentrarse empresas de un mismo sector se pueden proveer insumos especializados de manera más eficiente. Los participantes intercambian información (derrama atractiva e importante) y la transferencia de conocimiento en el cluster les permite reducir costos de adquisición de personal calificado en dos sentidos: contar con el número apropiado de trabajadores y disminuir costos de capacitación.
La concentración no beneficia sólo a las empresas de un mismo sector, pues a su alrededor también se requieren otras que serán proveedoras o consumidoras. Sin embargo, los elementos que condicionan o determinan los niveles de IED son exógenos a la empresa y entre ellos sobresalen cinco:
 
1. Factores macroeconómicos
Incluyen impuestos, aranceles, tipos de cambio de divisas y otros factores económicos que no dependen del control interno de cada compañía, pero su influencia en el éxito o fracaso de las empresas es significativa. Cuando una compañía decide invertir en el extranjero, debe considerar:
 
•          Aranceles o incentivos fiscales. Los aranceles son derechos que se pagan cuando los productos cruzan fronteras internacionales, estatales o municipales e influyen en la decisión para ubicar las instalaciones en la cadena de suministro. Los incentivos fiscales reducen los aranceles o impuestos que cada zona ofrece para alentar a las compañías a ubicarse en áreas específicas. Con frecuencia varían de ciudad a ciudad para estimular inversiones en áreas de desarrollo económico bajo.
 
•          Tipo de cambio y riesgo de la demanda. Las fluctuaciones de los tipos de cambio son comunes e impactan las utilidades de cualquier cadena de suministro que atienda mercados globales. El riesgo en tipo de cambio se controla con instrumentos financieros, pero sólo si las redes correctamente diseñadas permiten aprovechar las fluctuaciones para incrementar las utilidades. De igual forma, se deben considerar las fluctuaciones de la demanda causadas por los cambios en las economías de los diferentes países.
 
2. Explotación de mercados
Poblaciones grandes, ingreso per cápita elevado y altas tasas de crecimiento del PIB en términos reales, son factores importantes para incrementar volúmenes de ventas y ganancias. Las regiones cercanas a tales mercados brindan ventajas comerciales. Son focos que atraen inversión, como México, que ofrece la posibilidad de acceder al mercado norteamericano tanto por su cercanía geográfica, como por sus acuerdos comerciales.
 
3. Eficiencia operativa
El bajo costo de la mano de obra e insumos productivos son factores relevantes para la inversión. En este sentido existen dos tipos de IED: la que busca mayor eficiencia por costo unitario de la fuerza laboral y transfiere actividades intensivas en trabajo a zonas en donde hay mano de obra abundante, aunque poco calificada y con salarios bajos; y el tipo de IED que busca una combinación de salarios inferiores a los que pagaría en su país de origen y altos niveles de productividad de los trabajadores, como la industria automotriz, manufactura compleja que requiere mano de obra especializada.
 
4. Factores políticos
Las compañías prefieren invertir en países con instituciones fuertes y confiables, con reglas del comercio y propiedad bien definidas y un ambiente que garantice el cumplimiento y defensa de los contratos; es decir, un marco legal favorable a las relaciones comerciales.
 
5. Factores de infraestructura
Los elementos de infraestructura fundamentales que considera la IED incluyen disponibilidad de los sitios y mano de obra, cercanía a terminales de transporte, ferrocarriles, puertos marítimos, aeropuertos, autopistas y servicios públicos. El grado de urbanización es también una medida de las condiciones en que operarán las empresas inversoras.

FLUJO DE CAPITAL EN LOS SECTORES MEXICANOS
A partir de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México es uno de los mayores receptores de flujos de IED en Latinoamérica y es el país con más acuerdos comerciales firmados, lo que lo ubica entre los diez más exportadores. Las empresas que buscan internacionalizar sus productos encuentran en México las mejores condiciones y aprovechan su ubicación privilegiada para establecer los nodos de sus cadenas globales de valor en la producción de bienes intermedios o terminados y servicios.
El principal sector de IED en México es de manufacturas, seguido por el de servicios. Ambos muestran fuerte y sostenido crecimiento desde la apertura comercial. Las manufacturas captan alrededor de 60%, los servicios 15%, seguidos del comercio con 10% del total. Para las cadenas de valor son importantes los tres sectores (ver gráfica 1).
Es importante señalar que en el sector energético y en el de información en medios masivos, se espera un fuerte crecimiento a corto plazo por la reciente aprobación de las reformas energética y de telecomunicaciones, que permitirá la entrada a los flujos de inversión.
Aunque el sector manufacturero es el punto de atracción más significativo para la IED, no debemos dejar de lado al sector servicios, pues lo ha impulsado el crecimiento en el consumo. Inicialmente muchos servicios que se proveían en la región se ofrecían a sectores intensivos en capital, sin embargo ahora el consumo interno ha motivado al crecimiento de este sector.
Por otra parte, los servicios orientados a la exportación, cuyas actividades pueden ir desde servicios básicos de operaciones hasta jurídicos no generan grandes flujos de IED, pero su desempeño coadyuva a atraer flujos de capital hacia otros sectores.
De acuerdo al estudio «Doing Business 2015 del Banco Mundial», México se encuentra en el lugar número 39 de 189 países. Este indicador mide el desempeño de las economías en la complejidad de los procesos para emprender un nuevo negocio y considera las siguientes variables: los procedimientos necesarios para poner en marcha un proyecto, tiempo y costo para obtener permisos para construcción, conectividad de servicios de energía, pago de impuestos, tiempos de despacho aduanal, obtenciones de crédito y regulaciones laborales, entre otros. México está en medio de un proceso de simplificación de trámites, uno de los factores de decisión en la localización de la IED.
Es importante conocer el destino de la IED por entidad federativa, para detectar el crecimiento. El mayor receptor es el Distrito Federal y se debe a que allí se ubican las oficinas corporativas de gran parte de las empresas receptoras, aunque su destino sea otro estado. El segundo lugar lo ocupa Nuevo León, y el tercero, el Estado de México.
Los flujos de IED de los estados de mayor captación se han mantenido constantes o han decrecido en los últimos años, en cambio otras entidades que hoy no representan volúmenes significativos, están duplicando sus flujos y convirtiéndose en zonas atractivas para la inversión.
Estas nuevas concentraciones industriales han motivado el desarrollo de infraestructura como soporte de sus operaciones logísticas, que genera importantes inversiones, como se puede observar en el Plan Nacional de Infraestructura (PNI) uno de los objetivos principales es: «La inversión impulsada por el sector público en infraestructura es una prioridad del gasto público y un instrumento de política económica del Gobierno de la República para detonar el crecimiento y promover un desarrollo regional más equitativo que mejore la calidad de vida de todos los mexicanos…»
La inversión en infraestructura se convierte en tema prioritario para México pues se considera medio de generación de desarrollo y crecimiento económico. En los objetivos de persigue el PNI destaca: «Contar con infraestructura y una plataforma logística de transportes y comunicaciones modernas que fomenten una mayor competitividad, productividad y desarrollo económico y social».
En concreto el sector de comunicaciones y transportes requiere inversiones para mejorar y ampliar sus redes. El Índice de Competitividad Global de 2012 del Foro Económico Mundial sitúa a México en el lugar 41 de 144 países en materia de competitividad de infraestructura de transportes, de ahí que el Gobierno Federal señale a la logística nacional como área de oportunidad para detonar el desarrollo de la economía.
La idea es posicionar al país como plataforma logística mundial, al mejorar la competitividad y eficiencia de la red de transportes, consolidar corredores logísticos nacionales a lo largo del territorio para fortalecer las cadenas de suministro, facilitar el comercio exterior desarrollando proyectos que agilicen los flujos internacionales de carga, modernizar y ampliar la infraestructura de transportes para un desarrollo regional equilibrado. Estas acciones están alineadas a los objetivos del Programa Sectorial de Comunicaciones y Transportes 2014-2018.
Actualmente México cuenta con la siguiente infraestructura:
 
• Red nacional de carreteras: 377,660 kilómetros
• Red de vías férreas: 26,727 kilómetros
• Carga marítima: 283,461 miles de toneladas al año
• Operaciones de aviación: 1,683,307 al año1
 
Sin embargo, para alcanzar los objetivos planteados en el PNI se invertirá 1.3 mil millones de pesos: 42% con recursos públicos y 58% con inversión privada.
 
ÉXITO DE LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ EN MÉXICO
Uno de los sectores más beneficiados por la concentración industrial es el automotriz, el cual representó 8.2% de la inversión extranjera directa que recibió México entre 2000 y 2013. En 2012 fue de 2.370 millones de dólares y en 2013, de 2.933 millones de dólares. En ese último período, México se consolidó como:
 
•          El octavo productor mundial después de China, Estados Unidos, Japón, Alemania, República de Corea, India y Brasil, con poco más de 3 millones de unidades.
•          El cuarto país exportador de vehículos del mundo, después de Japón, Alemania y la República de Corea. En 2013, el principal destino de las exportaciones de vehículos ensamblados en México fue Estados Unidos (68%), seguido de América Latina (13%), Canadá (8%) y Europa (6%). Del total de unidades producidas, 82% se destina a la exportación y el restante 18%, al mercado interno
 
Hoy existen en México más de 20 complejos de producción de vehículos livianos, con actividades que incluyen desde ensamblado y blindaje hasta fundición y estampado de vehículos y motores y se fabrican cerca de 50 modelos diferentes. Además, las empresas automotrices anuncian nuevas inversiones que superan los 20 mil millones de dólares.
Entre fines de 2013 y principios de 2014, se inauguraron cuatro nuevas plantas: Nissan-Renault en Aguascalientes, Honda en Celaya, Mazda en Salamanca y la nueva planta de Volkswagen en Puebla. Se sumará una nueva planta de Audi del Grupo Volkswagen en Puebla, que entrará en operación en 2016 y las ampliaciones de operaciones existentes: de Ford en Hermosillo y de General Motors en San Luis Potosí y Guanajuato (ver tabla 1).
Si se consolida la recuperación de los mercados externos y se mantiene el ritmo de IED y de mejoras en infraestructura y logística, México se convertiría en un centro concentrador (hub) de la producción mundial, aprovechando su cercanía al mercado estadounidense. En este escenario, se estima que la industria automotriz mexicana podría transformarse en la segunda exportadora de vehículos del mundo en 2017.
Sin embargo, existen factores que pueden restar competitividad a México como el aumento de las importaciones de automóviles usados, que afectan la venta de unidades nuevas en el mercado interno, y los posibles efectos de las negociaciones en curso para una Asociación Transatlántica sobre Comercio e Inversión entre la Unión Europea y los Estados Unidos y para un tratado comercial entre los Estados Unidos y 11 países de Asia y el Pacífico (Acuerdo de Asociación Transpacífico).

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Bibliografía
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2013 y 2014)
World Investment Report. United Nations Conference on Trade and Development (UNCTAD, 2012 y 2013)
Secretaría de Economía, http://www.economia.gob.mx
INEGI, 2014 http://www. inegi.gob.mx
Plan Nacional de Infraestructura 2014-2018
Doing Business 2015, World Bank Group
 
 
Notas finales
 
1 SCT. Subsecretaría de Infraestructura, Dirección General de Transporte Ferroviario y Multimodal, Coordinación General de Puertos y Marina Mercante. ASA. Subdirección de Planeación y Desarrollo Estratégico.
 

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

Newsletter

Suscríbete a nuestro Newsletter