Edith Nesbit
Berenice. España, 2013
304 págs.
El papá ha desaparecido y no hay forma de hacer que la mamá revele su paradero. En tal desolación, lo único claro para los pequeños Roberta, Peter y Phyllis es que su padre es un hombre bueno, que su madre está triste y que deberán dejar Londres e ir a vivir con ella, a un pequeño poblado cercano a una estación de ferrocarril. Ahí cambiará su vida y la de los demás, mediante actos sencillos y llenos de bondad… y sí, al final se resolverá el misterio sobre el padre.
Nesbit (Londres, 1858) escribió notables clásicos de literatura infantil y juvenil inglesa. El presente es una muestra: no ha dejado de editarse en su país desde 1906. Sus escritos abarcan terror, romance, poesía, propaganda socialista, obras de teatro… Junto con su marido, Hubert Bland, fundó la Sociedad Fabiana, de filiación socialista y reformista, lo que explica que sus textos acentúen las repercusiones de los actos individuales en el entramado social.
Imaginemos a C.S. Lewis (Narnia), Diana Wynne Jones (El castillo ambulante), P.L. Travers (Mary Poppins) o J.K. Rowling (Harry Potter) pidiendo que leamos, como hicieron ellos, a Edith Nesbit, de quien todos se sienten deudores. ¿Podremos rehusarnos?