Un nuevo modo de estar presente

Con esta edición doy por terminada mi labor al frente de esta hermosa aventura que es ISTMO. Tras muchos años en la brega es muy necesario que lleguen personas e ideas nuevas a continuar esta laboriosa y gratificante tarea y a renovar una vez más esta publicación.
 
Por supuesto, no suspendo mi relación con ISTMO que ha ocupado varias décadas de mi vida profesional, seguiré como amiga y colaboradora en la medida de mis posibilidades y de que mi trabajo resulte útil, pero también podré dar cauce a otros proyectos.
 
Podría contar mil recuerdos y anécdotas de estos años. Cómo se han transformado los procesos de edición y cómo hay que reinventar todo y buscar cada día mayor calidad, pero conservando siempre su identidad, el DNA original, como afirma un colaborador, el profesor Carlos Soria.
 
Me concreto a traer a colación un comentario reciente. El director de cuenta de una agencia de medios, conocía la revista, pero nunca la había leído por falta de tiempo y porque recibe en su oficina cerca de doscientas publicaciones. Ante la insistencia de nuestro director comercial, un día por fin la abordó. «Leerla me hizo sentir menos solo», le dijo después. «¿Menos solo?». «Sí, al leer los temas de ética veo que no estoy loco, porque una cosa es hablar de ética y otra vivirla en un medio como éste; es mi refugio; me ayuda a ver que no soy raro, que hay más gente que apuesta a hacer realidad una serie de valores».
 
El humanismo cristiano apuesta con optimismo por el hombre, y cito a otro colaborador, Alfonso López Quintás: «Optimistas de oficio… no se busca la esperanza por miedo o para apaciguar la conciencia, sino porque se cree en el potencial evolutivo escondido en el hombre. …solo el hombre consciente puede trabajar para que las cosas cambien. Buscar la esperanza y hacerla crecer, cultivarla en nosotros mismos y en quienes están cerca…».
 
Esta revista nunca ha pretendido dar recetas ni aferrarse a épocas pasadas, las sendas se forjan sobre la marcha ante cada nueva realidad, no hay caminos hechos, ni siquiera Google maps los tiene. Junto con nuestros colaboradores, lectores y anunciantes, a quienes doy las gracias de corazón por apoyar esta iniciativa, vamos planteando secciones, temas a tratar y los cambios.
 
ISTMO seguirá reinventándose de acuerdo con los objetivos publicados en 1958, en el número «0» de la revista, redactados por uno de sus fundadores y director por muchos años, el doctor Carlos Llano: «Ser un instrumento cultural que analice las cuestiones fundamentales de nuestro tiempo, dando orientación y criterios». En beneficio de los lectores desea que la «seriedad constructiva de sus páginas sea, sin embargo, vibrante, con esa agilidad que hace a los temas no sólo atractivos sino cercanos a nosotros».
 

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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