Erik Larson
Ariel. Barcelona, 2012
489 pp
A inicios de 1933 Hitler es nombrado canciller de Alemania. Franklin D. Roosevelt necesita a un experto diplomático que pueda lidiar con la compleja situación internacional. El presidente estadounidense, sometido a un trabajo estresante por la grave crisis económica mundial, apenas tiene tiempo para dedicarse a la política internacional y, casi por casualidad, elige a un tranquilo y oscuro profesor de historia en Chicago, especialista en Alemania: William E. Dodd.
Dodd, su esposa y su joven y atractiva hija, Martha, se trasladaron a Berlín. Permanecieron en la ciudad desde agosto de 1933 a diciembre de 1937, conociendo de primera mano los graves cambios que Alemania y el mundo estaban sufriendo.
Larson, buceando en los diarios del embajador Dodd y en los de Martha –amante de varios altos funcionarios nazis y diplomáticos soviéticos–, amén de utilizar una gran cantidad de fuentes primarias y secundarias, nos ha deleitado con un relato de la vida cotidiana del mundo diplomático de uno de los periodos más interesantes y convulsos de la modernidad. Escrito como si fuera una novela, no es extraño que haya vendido más de un millón de ejemplares en Estados Unidos.