Mientras agonizo

Mientras agonizo
William Faulkner
Anagrama. México, 2011
239 pp
 
La condición humana
William Cuthbert Falkner, como aparece en su acta de nacimiento antes de modificar su apellido para hacerlo más sonoro, es un tremendo novelista norteamericano con varias narraciones que han moldeado a literatos hispanos de la talla de Rulfo, Onetti y Borges, quien tradujo Las palmeras salvajes.
Leer a Faulkner es un placer muy especial. Para Sartre, la lectura del sureño norteamericano era como ir en un auto que se mueve hacia adelante, pero en donde el lector está sentado viendo hacia atrás. El profundo conocimiento de la psique humana y su frustración poética le permitieron construir novelas astutamente bien narradas.
Mientras agonizo se enmarca en esta descripción, donde además, podemos acceder al humor que no siempre imprimió en sus historias. Un humor que sin duda le vino de un hábito que tenía: leer cada año el Quijote. Sin embargo, Mientras agonizo va más allá. Relata el viaje de Addie Brunden, quien murió y tenía como última voluntad ser enterrada en Jefferson, un pueblo distante. Su familia –hijos y esposo– harán lo posible por cumplirlo. En el trayecto pasaremos de la alegría a la tristeza y al absurdo, con hilarante destreza.
La construcción de la novela aporta una novedad: son 15 narradores, quienes distribuidos a lo largo del relato aportarán su propia visión de los acontecimientos. Monólogos que recrean por momentos diálogos que tejen la urdimbre del desenlace.
Para críticos de la talla de Harold Bloom, el Nobel de Literatura 1949, es el novelista norteamericano canónico del siglo XX. El autor con la mejor prosa de ficción.
En sus novelas, y en especial ésta, Faulkner construye un espejo en el que podemos mirarnos, y en el que sin duda él se mira. Siempre buscó comprender mejor la naturaleza humana. Mientras agonizo resulta en una fábula perfecta de la cual todos somos partícipes.
 

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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