Mi empresa produce material quirúrgico para reparar huesos rotos; desde hace tiempo tenemos una importante presencia en el mercado entre los cirujanos ortopédicos y nos distinguimos por la alta calidad de nuestros productos.
Los avances tecnológicos en medicina incluyen materiales hechos de polímeros biodegradables que permiten ser reabsorbidos por el cuerpo como: hilos de sutura, placas, tornillos, entre otros.
Sin embargo, aún presentan fallos en su funcionamiento y aunque es en un pequeño porcentaje de los casos, la empresa se niega a comprometer su calidad. El problema es que otros competidores han comenzado a distribuir estos materiales sin que sean 100% efectivos. Esta situación provoca que nuestra empresa pierda participación en el mercado. ¿Deberíamos entrar a la carrera de la innovación o esperar a que el producto garantice calidad absoluta?
LOS ASESORES SUGIEREN
1 Despacio, porque llevo prisa. Toda la práctica de la medicina es experimental y siempre implica ciertos riesgos, pero deben evaluarse bien según la adecuada práctica médica. Todos los medicamentos tienen contraindicaciones y pueden en algunos casos resultar nocivos. Por eso pienso que una decisión de este tipo no debe ser la misma empresa productora la mejor indicada para realizarla. Hay instancias supuestamente imparciales, que deben hacerlo. Ejemplo la FDA: US Food and Drug Administration; o sus equivalentes en cada nación, en la Unión Europea, etcétera. Por otro lado, lo ético y sensato en esos casos es la transparencia. La fuerza liberadora de la verdad, vale lo mismo con relación a la verdad científica experimental.
Si no fuera ilegal vender esos productos, los datos deberían estar presentes, en la literatura médica que acompaña al producto, y entonces, el médico y su equipo toman la decisión, con el conocimiento del paciente. Podría indicarse en esa literatura que la limitación no es de éste o aquel laboratorio, sino la situación general de todos los productos de esa especie, de todos los polímeros biodegradables, en este caso.
Armando Reygadas
Abogado especialista en ética de Empresa
2 Ser competitivos exige esfuerzos por innovar, pero siempre bajo la premisa de la responsabilidad sobre la calidad del servicio o producto que se pretende ofrecer. En el corto plazo, esos otros competidores perderán confiabilidad cuando sus clientes adviertan las deficiencias de sus productos. Si entretanto ustedes han sido capaces de desarrollar esos materiales con mayor efectividad, estarán en condiciones de ofrecer al mercado productos garantizados, y se puede estimar que la participación que hayan podido perder hasta entonces, la recuperarán con creces.
En cambio, mirar sólo al corto plazo puede llevar a decisiones precipitadas, como la de entrar en el círculo de esos competidores que distribuyen productos no del todo confiables, con lo cual se corre el gran riesgo de la pérdida de confianza por parte del cliente, e incluso se podría incurrir en el peligro de ser objeto de demandas. En este campo de la innovación es preciso insistir que la característica más difícil de igualar por cualquier competidor es la de la ética, reflejada en la calidad final que el cliente acaba por recibir.
Tomás Viracocha
Consultor de ética empresarial