Érase una vieja que se tragó una mosca gris

Jeremy Holmes
Catapulta editores.
Buenos Aires, 2010
20 págs.
Érase un libro que no era un libro sino un objeto que no era un objeto sino un juego que no era un juego sino una vieja que se tragó una mosca gris; es la única manera que se me ocurre de describir este álbum ilustrado, donde el propio libro es parte de la historia y uno de sus personajes. La experiencia de leerlo comienza por dejarse mirar por unos grandes y penetrantes ojos que el propio libro tiene en la cubierta, son los de la vieja. Luego hay que desenfundarlo. Jeremy Holmes, el autor e ilustrador, cuidó hasta el más mínimo detalle; para abrirlo hay que desplazar una funda en forma de abrigo que cubre desde el cuello hasta los pies de nuestra vieja. Después habrá que pasar las páginas sobre su panza, dentro encontraremos el contenido de la historia y del estómago de la vieja que se tragó una mosca gris… y una araña y un pájaro y un gato y un perro y una serpiente y una vaca y un caballo. ¿Sabes qué le pasó? ¡Pero claro que lo sabes! y si no, tendrás que leerlo, eso sí, hasta desvelar la sorpresa de la última página.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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