Hay ocasiones en que me identifico especialmente con los temas de alguna edición y disfruto más al presentarlos a nuestros lectores. Ésta es una de ellas. En parte es porque aporta muchas ideas valiosas y útiles y en parte, también, porque varios son asuntos originales y vigorosos que sin duda generarán más de una discusión.
En «Alta dirección» Santiago García García expone, con muchos ejemplos concretos, cómo la creciente actividad que se genera a través de la red, está cambiando al mundo, pero, ¡ojo!, evoluciona con mayor rapidez que muchos líderes empresariales o de otros ámbitos. Antonio Sancho aborda también el liderazgo con otro matiz: ser jefe o director requiere mucho conocimiento e interés por cada una de las personas para impulsarlas y conseguir que crezcan en habilidades, actitudes, valores… y explica cómo hacerlo descendiendo al detalle.
Miguel Ángel Axtle expone un tema controvertido: la investigación neurológica, notoriamente beneficiada por la tecnología, aplicada al marketing. El neuromarketing busca identificar las respuestas inconscientes de nuestro cerebro ante los estímulos publicitarios para saber qué nos gusta, desagrada, asusta o aburre para encaminar las campañas publicitarias o el diseño de productos por vía científica, con todo lo que el asunto trae aparejado.
Integran la sección «Coloquio» entrevistas con los responsables de un par de iniciativas que están ayudando palpablemente a crecer en ciudadanía. Una es la que desarrolló en Bogotá quien fuera dos veces su alcalde, el matemático y filósofo Antanas Mockus, y otra, sobre el trabajo empeñoso que desarrolla en la ciudad de México el Consejo Ciudadano y que describe su presidente Luis Wertman.
Ambas iniciativas civiles, con el trabajo de miles de voluntarios, intentan reactivar el protagonismo de los ciudadanos para que tomemos conciencia de que el remedio a muchos males está en nosotros, cuando bien informados nos organizamos, ya sea para cumplir con deberes y responsabilidades o para coadyuvar a que se respeten nuestros derechos.
Estos temas se acompañan de otros igual de llamativos como el de Francisco Abundis e Itzel Ramírez, que explica el fraude que se comete con las falsas encuestas o push polls; o cómo Marcela Athié analiza los resortes que convirtieron al idioma inglés en la lengua de la globalización, o el enojo de Héctor Zagal ante el macabro negocio de la guerra.
Por último, al revisar las reseñas de «El buen vicio», tengo que decir que me despertaron el deseo de leer los once libros que en esta edición se recomiendan. Cada uno incluye varios ingredientes que estimulan el apetito lector.
