¿Con qué rima tima?

Alejandro Magallanes
Almadía. México, 2011
184 págs.
Este libro es la ocasión perfecta para disfrutar y jugar. Magallanes sigue la tradición mágica de Hugo Hiriart (pensar sonriendo), Jardiel Poncela (jugar con lo clásico) y Sandor Marai (hacer extraordinario lo cotidiano).
Las letras cobran vida: las que no se embarazan, se vuelven perezosas o temperamentales. Las imágenes se vuelven engañosas: un salero se convierte en prisión y un pez muerto está más vivo que nunca. Tan importante es lo que se ve, como lo que intencionalmente se omite, lo mismo una receta infalible para conseguir la felicidad que la prueba irrefutable de la existencia de los vampiros.
Cuando terminas de leer-observar-tocar, te quedas con ganas de más. Es como una descarga eléctrica que deja los sentidos alertas a nuevos estímulos. Y aunque no todo es «bonito», sí es sugerente y, si es cierto que hacer poesía es sugerir, entonces sus páginas están llenas de ella. Y si no… hay espacios en blanco que pueden servir para dibujar, escribir o hacer la lista del mercado. Lo difícil es no hacer algo con el libro.
«¡Ya sé con qué rima tima… consigo misma!», me dijo una niña de no más de seis años. Resumió así la frescura y novedad de la obra de Magallanes que, como él, sólo rima consigo mismo.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

Newsletter

Suscríbete a nuestro Newsletter