Álvaro Matute Editorial Océano. México, 2010 280 págs.
Álvaro Matute nos ofrece una versión académica, accesible, revisitada y siempre vigente en la que da voz a 19 espacios explicativos, sobre el violento y fascinante sendero de las tres primeras décadas del siglo XX mexicano. Tal recorrido trasciende el ámbito del relato biográfico y el de la narración cronológica sobre el conflicto armado.
Arranca con visiones atemporales de la representación del conflicto desde la mirada de quienes lo vivieron, sublimaron y revisaron críticamente. Le sigue un tramo en el que se cuestiona el envejecimiento y derrumbe del porfiriato, a manera de explicación causal de la guerra.
Las mayores virtudes del texto están en la revisión acuciosa del ser y quehacer del «Ateneo de la Juventud», así como en los perfiles biográficos de Felipe Ángeles y José Vasconcelos.
Posteriormente, se abordan momentos vitales de construcción y destrucción: la promulgación de la Constitución de 1917, la sucesión carrancista, el obregonismo y el delicado reconocimiento estadounidense. El texto concluye en 1929, año en el que se cierra el capítulo de las armas para abrir el del autoritarismo institucionalizado.
Álvaro Matute nos ofrece una versión académica, accesible, revisitada y siempre vigente en la que da voz a 19 espacios explicativos, sobre el violento y fascinante sendero de las tres primeras décadas del siglo XX mexicano. Tal recorrido trasciende el ámbito del relato biográfico y el de la narración cronológica sobre el conflicto armado.
Arranca con visiones atemporales de la representación del conflicto desde la mirada de quienes lo vivieron, sublimaron y revisaron críticamente. Le sigue un tramo en el que se cuestiona el envejecimiento y derrumbe del porfiriato, a manera de explicación causal de la guerra.
Las mayores virtudes del texto están en la revisión acuciosa del ser y quehacer del «Ateneo de la Juventud», así como en los perfiles biográficos de Felipe Ángeles y José Vasconcelos.
Posteriormente, se abordan momentos vitales de construcción y destrucción: la promulgación de la Constitución de 1917, la sucesión carrancista, el obregonismo y el delicado reconocimiento estadounidense. El texto concluye en 1929, año en el que se cierra el capítulo de las armas para abrir el del autoritarismo institucionalizado.