Oponer el trabajo directivo con el trabajo operativo se ha dado en nombre de una organización en la que se otorga más importancia a la tarea que hace el hombre, por encima del hombre que hace la tarea.
Las discusiones sobre empresa se distinguen por la enorme cantidad de mitos y falacias que giran en torno a ella y por las pocas páginas dedicadas a analizarla a profundidad. En La vertiente humana del trabajo en la empresa Carlos Llano y otros tres académicos y especialistas consiguen mostrar el rostro humano del sistema empresarial moderno con ayuda de diversas herramientas filosóficas.
En esta colección de artículos, sus autores hacen dialogar a pensadores clásicos como Aristóteles, Tomás de Aquino, Adam Smith o Marx con analistas contemporáneos de la talla de Rensis Likert o Bernard Bass. La interdisciplinaridad de los textos permite una fresca y poderosa reinterpretación del desenvolvimiento mercantil de los últimos años. Al partir de un análisis crítico y actitud propositiva, ofrecen una visión integral para interpretar, dirigir, laborar y enfrentarse al voraz mundo de los negocios.
El método permite desmentir muchas de las grandes falacias sobre la dirección empresarial. Llano, por ejemplo, refuta la vieja idea de que el trabajo de directores y empleados es opuesto y de que el primero es superior. Leonardo Polo, catedrático en Navarra, rescata una noción de desigualdad que no conduce necesariamente a la injusticia social y busca incorporarla al desarrollo organizacional.
Con un énfasis mucho más práctico, Juan A. Pérez, doctor en negocios por la Universidad de Harvard, pone en entredicho la creencia común de que el comportamiento ético imposibilita la obtención de ganancias. En una línea similar, George Gilder, colaborador del Wall Street Journal, critica la interpretación del capitalismo como un sistema intrínsecamente egoísta.
ADIÓS A LOS PARADIGMAS TRADICIONALISTAS
Los análisis buscan implementar soluciones que permitan dinamizar la actividad empresarial y social, sin perder de vista la importancia de una dirección humanista. Los estudios son muy variados; procuran resolver conflictos que fluctúan desde la posibilidad del altruismo, hasta los problemas filosóficos que ofrece el exponencial desarrollo de la tecnología en el siglo XX.
«El trabajo directivo y el trabajo operativo en la empresa» (artículo de Llano) funge como base conceptual y soporte del resto del libro. El capital, ya no es propiamente la cabeza1 de la empresa y, al igual que la organización, es un simple instrumento al servicio del trabajo.
En los manuales de management suele hacerse una distinción entre trabajo directivo y trabajo operativo; se sostiene que los individuos que realizan uno y otro son completamente distintos, no sólo por el carácter de la labor sino también por la subordinación director-operador. Llano está en desacuerdo con esta caracterización y muestra la tragedia antropológica que representa reducir al director a un tirano impositor de reglas y al operador, a un mero seguidor de ellas. Esta errónea división se ha dado, a decir de Llano, en nombre de «una organización en la que se otorga más importancia a la tarea que hace el hombre, por encima del hombre que hace la tarea».
El ensayo de Llano –y el libro en general– envía el claro mensaje de que la empresa sólo puede ser un lugar de trabajo armónico y humanista si las personas que laboran en ella son propiamente personas: libres y racionales. «Por muchas normas a las que deba ajustarse [el trabajador], siempre quedará un espacio, un margen de hecho, que ha de ser reconocido de derecho, para la directividad del propio trabajo», asegura el autor.
El lector descubrirá que es una inteligente contribución al análisis filosófico de la misión empresarial, donde viejos mitos caen uno a uno a cargo de las plumas de sus autores.
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1 Recuérdese que capital proviene del latín caput que significa literalmente «cabeza».