Petros Márkaris
Tusquets. Barcelona, 2009
241 págs.
A la obra de Márkaris la han calificado de «novela negra», pero ésta, aunque ciertamente lleva un fondo policíaco con crímenes incluidos, es una novela simpática –como es el propio comisario Kostas Jaritos–, llena de humorismo. Está narrada en primera persona y cuenta cómo él y Adriani, su esposa, toman unas vacaciones en Estambul, en plan de consolación por el disgusto que les ha ocasionado su hija Katerina, quien no ha querido casarse por la Iglesia.
La pareja viaja en grupo recorriendo monumentos, restaurantes y pasea por las aguas del Bósforo. A los dos días de estancia, a Kostos se le complica la vida, pues sin deberla ni temerla, se mete en una investigación en Estambul, en busca de una anciana griega que va sembrando asesinatos por donde pasa, envenenando personas con unas exquisitas empanadas de queso impregnadas de pesticida. De esta manera, Kostas, por ser autoridad griega, tiene que intervenir en conjunto con el comisario turco Murat.
Mientras, Katerina ha reflexionado y decide casarse por la Iglesia… en dos semanas. Todos contentos, pero… antes hay que encontrar a la anciana asesina, seguir pistas, rastrear sus móviles y todo contra reloj.
