Los recuerdos del porvenir

Tiempo y desencuentro en los días por venir

Elena Garro
Joaquín Mortiz.
México, 2004.
292 págs.
«Sólo mi memoria sabe lo que encierra». Elena Garro
Elena Garro se coloca a la par de Rulfo y Arreola con Los recuerdos del porvenir al incorporar técnicas narrativas no convencionales, cuestionar el tiempo y exigir una activa colaboración de los lectores.
La trama de la novela, aparentemente sencilla, retrata la historia de un pueblo llamado Ixtepec durante la guerra cristera. Las familias viven la violenta presencia de los militares que inundan el lugar de desaliento. En ese sediento ambiente, el general Francisco Rojas rompe los límites del tiempo al sembrar en la memoria de sus habitantes la constante presencia de una muerte repentina. Isabel Moncada desconoce los «tigres» que habitan al temible general y se enamora de él. Melancólica, espera que el militar perdone la vida al sacerdote y a sus hermanos, sin saber que está condenada a la derrota, a quedar suspendida sin viento y sin murmullos.
No sólo Isabel vive una especie de extrañamiento de sí misma. Algunos personajes «ya no caben en su cuerpo»; otros «no se conocen por tener los ojos cerrados»; y otros más viven el afuera y el adentro en forma distinta, y hasta una mujer, Julia, levanta suspiros y es inalcanzable en su ensoñación.
Es a través del propio pueblo que Elena Garro define su concepción del tiempo. Uno que no se percibe como un transcurrir físico sino como un vivir humano. La enseñanza es clara: estamos solos y deambulamos perdidos en la búsqueda y renuncia del amor, pero guiados por nuestra propia memoria. Somos seres hechos de tiempo y desencuentros, por eso recordamos nuestros días por venir. ¿Cabrá alguna esperanza? Elena nos responde: Yo sólo soy memoria y la memoria que de mí se tenga.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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