Coaching en tiempos de crisis

Cuando creías que tus peores dolores de cabeza eran la amenaza latente de virus en tu computadora, los nuevos productos de la competencia, la junta anual de la compañía o, incluso las posibles llamadas de extorsión… aparece en el escenario mundial la verdad sobre los «ninjas», que no se refiere precisamente a la última versión en videojuegos…
Los «ninjas» (no income, no job, no assets) explica con humor L. Abadía,1 son individuos sin ingresos fijos, sin empleo fijo y sin propiedades, por los que podemos sentir afecto humanitario, pero a quienes no estaríamos dispuestos a prestar –en términos de negocio– ni cinco dólares, que, sorprendentemente, se convirtieron en los clientes estrella de las hipotecas, en modalidad subprime (con alto riesgo de impago) creadas por los bancos de nuestros vecinos del Norte. Así las cosas, los «ninjas» quedaron como cimiento endeble del rascacielos del mercado inmobiliario y dieron origen al derrumbe financiero que azota los mercados mundiales.
La crisis está aquí y va tomando tintes de recesión; no se ve claro cómo pueda repuntar en los próximos cuatro trimestres. En este momento te preguntas, ¿qué voy a hacer?, ¿qué decisiones tomar?, ¿cuál es el rumbo? ¿Cómo enfrentar el terremoto financiero actual?, ¿hasta dónde afectará a mi empresa y en consecuencia a mi vida personal y familiar?, ¿cómo podría convertirla en un momento de expansión? Sutil o descaradamente vas experimentando, en
carne propia y en las estructuras de tu empresa, lo que el diccionario define como crisis: esa coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada que repentinamente se vuelve inestable. Quizá no es la primera vez que me encuentro ante una crisis y, como en otros casos, me toca descubrir en mí mismo el potencial para afrontarla.
Puedo elegir ser «víctima» del problema –yo no elegí la caída de los mercados– o asumir la situación, contribuyendo con opciones y resultados, transformándome en protagonista. Eso sí es empezar a construir sobre sólidos cimientos. Cuando hay carencia de los demás recursos, las potencialidades humanas se multiplican.
Coaching en tiempos de crisis Dice Eric Hoffer: «En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe».
Y este aprendizaje no se refiere sólo a tener información; sino a expandir la capacidad de acción efectiva. Es reconocer que no lo sé todo, ni lo puedo todo, que hay competencias que necesito desarrollar para enfrentar nuevos retos.
Es desplazarme desde la «zona de confort» en la que voy como en «piloto automático» (como cuando manejo un automóvil, cuando las finanzas de mi empresa están boyantes), hacia la zona de expansión que me permite cuestionar mi modo de pensar, de actuar, de observar, porque acepto que hay algo que quiero y que no sé o, por el momento, no puedo alcanzar. Es atreverse, arriesgarse, hasta ser capaz de obtener un resultado antes fuera de mi alcance.
Si por otro lado, decido «no aprender», quedarme como estoy, porque cambiar implica esfuerzo… tiempo y dinero ¡tan escasos en este momento!; porque mostrar mi ignorancia es políticamente incorrecto, cometer errores es peligroso, costoso y vergonzoso… es muy probable que «no pase nada».
Cuando es necesario que pasen ¡muchas cosas!, yo decido que no pase nada… Lo más triste será quedarme encerrado en el temor, quizás bajo la máscara del aislamiento, la arrogancia, o la propia suficiencia. ¡Esto sí que se convierte en riesgo de quiebra y fracaso! La crisis me saca del confort… si no  aprendo de ella, el siguiente paso es el pánico. Leonardo Wolk, en su  libro Coaching, el arte de soplar brasas explica: «Como proceso, coaching es una invitación a salir de la zona de confort para cuestionar y cuestionarse el modo de pensar, de comunicarse, de observar, de actuar, para aprender nuevas respuestas ante los viejos y los nuevos desafíos. Es un proceso para diseñar futuro».
El coaching light2 de respuestas fáciles, resultados superficiales y aparentes, que promete cambios profundos al instante de muy poco sirve. El coaching verdadero basa su triple estrategia en: inspirar la reflexión, enfocar la acción y facilitar la autonomía. Este tipo de coaching es una opción a la altura de los retos de este preciso momento.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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