Quedan 18 mil hablantes de la lengua de Cristo
Ancianos o niños, cristianos o musulmanes, los habitantes del pueblo montañoso de Maalula, a 50 kilómetros al norte de Damasco, están orgullosos de ser de los pocos que saben expresarse en la lengua de Cristo y no están dispuestos a permitir que se extinga.
Ibla Jatita es el «hola» con que la gente se saluda, al igual que hacía Cristo con sus apóstoles, en la población que parece congelada en el tiempo.
«El arameo es un tesoro y si aquí lo perdemos, va a desaparecer del universo», afirma Georget al Jalabi, trabajador de la librería del antiguo monasterio de San Sergio y San Baco en Maalula. El templo católico es uno de los pocos lugares del planeta donde se puede escuchar el Padre Nuestro en arameo; pero es el único momento de la liturgia, ya que el resto se dice en árabe y también las Biblias están en árabe.
Sin embargo, la población de Maalula está contenta de que exista una escuela gubernamental que da cursos de arameo, así que ahora niños y mayores tienen la oportunidad de estudiarlo en un centro académico. La escuela, inaugurada el verano pasado, «es sólo el inicio de un largo camino para proteger la lengua», asegura Antón Taglub, vendedor de cruces y estampitas en una tienda del monasterio.
EFE
31/03/2008