Dale un descanso a tu cerebro

La agitada vida actual, llena de estímulos, contaminación sonora, visual, táctil, mantiene en hiperactividad nuestro sistema nervioso. Nuestro cerebro es un órgano maravilloso, siempre en función, siempre en acción.
Quizás se conoce poco que la actividad encefálica, en continua descarga eléctrica neuronal, es tal, que sólo somos capaces de actuar humana y coordinadamente gracias a que hemos aprendido a regular, esto es a bloquear descargas; sin ello nuestra función motora sería una constante convulsión y nuestra mente se volvería loca.
La actividad cerebral puede registrarse, como sabemos, a través del electroencefalograma y con mayor precisión y complejidad a través de los estudios de emisión de positrones, en imágenes móviles y coloridas de las zonas cerebrales que se activan con ciertas acciones y pensamientos. En el electroencefalograma existen diferentes registros que tienen un correlato en la actividad del cerebro y una manifestación orgánica generalizada.
Las ondas tienen diferente frecuencia de descarga, este listado las presenta de menor a una mayor frecuencia:
DELTA. Con frecuencia de 10-50 micro voltios, se encuentra en el estado hipnótico, hemisferio cerebral derecho en plena actividad, sueño profundo, meditación.
THETA. Estado de vigilia, equilibrio entre los hemisferios izquierdo y derecho, plenitud, armonía.
ALFA. Relajación, tranquilidad, creatividad, inicio de actividad plena del hemisferio izquierdo y desconexión del derecho.
BETA. Estado de alerta máxima, vigilante, miedo, es la situación normal cuando estamos despiertos, conduciendo o trabajando en donde estamos en estado de alerta, ansiedad.
RAM-ALTA (+ de 200 micro voltios). Estado de estrés y confusión.
El cerebro funciona mejor en el entorno de la naturaleza. La vida de la ciudad y los estímulos extremos ocasionan la descarga de ondas BETA y RAM ALTA, con el consiguiente desgaste neurológico.
Las ondas BETA y RAM ALTA exigen un estado de alerta máxima, como cuando en etapas primitivas de la humanidad, un animal salvaje acechaba o alguna persona participaba en una cacería para obtener alimento; en ese momento los mecanismos normales de estrés se ponían en marcha para poner a salvo al individuo, aunque eso era algo ocasional y sucedía de vez en cuando.
El resultado final de este estado es una explosión de estrés y ansiedad acumulada, que ni siquiera el sueño puede apaciguar. Incluso, para muchas personas, cada noche se convierte en una terrorífica pesadilla porque no pueden dormir bien.
Para tranquilidad de todos, la naturaleza misma produce efectos que llevan a estados de relajación, por ejemplo, el sonido de la brisa sobre las hojas de un árbol, el canto pausado de los pájaros… todo ello conduce al ser humano a la tranquilidad, el problema es que muchas personas no se dan tiempo para experimentarlo y permanecen siempre en estado de alerta, o están tan acostumbradas a la hiperestimulación que no consiguen relajarse.
Para controlar adecuadamente mente y cuerpo se requiere concentración y para ello, lo mejor, son momentos de paz y tranquilidad. Estar con nosotros mismos, en relajación, no solamente es signo de madurez emocional, sino que es la forma en que mente/cuerpo se encuentran en armonía.

ENDORFINAS

Si volvemos a aspectos neurofisiológicos, la serotonina, la dopamina, la 5 hidroxitriptamina juegan un rol en la depresión,1 pareciera ser que los llamados oligopépticos morfilosimiles,2 o sea, las endorfinas como la encefalina y la dinorfina (entre otras) estuvieran involucradas en la fisiopatogenia de la desesperanza. Estas substancias aparecen en la situación de estrés.
En cambio, la fe y la esperanza, productos en gran parte de la paz, ejercen una influencia considerable en nosotros y se manifiestan físicamente en un fenómeno llamado «memoria de bienestar»,3 en el que las substancias mencionadas aparecen en la circulación sanguínea.
Existen formas naturales de elevar las endorfinas a través de actividades creativas que llevan al bienestar espiritual o son factor de sublimación, como el arte, el deporte, la meditación, la oración.4 Todas ellas requieren un entorno de soledad y silencio previo, un momento de reencuentro con nosotros mismos. Todo entrenador sabe que antes de una competencia, de una interpretación artística, debe darse un espacio para la meditación, la concentración, la relajación.

EL SUEÑO PERMITE EL APRENDIZAJE

Otro mecanismo indispensable es el sueño reparador. El sueño no es sólo para descansar y reponer fuerzas, mientras dormimos se renuevan las células del cuerpo, piel y vísceras. Asimismo, se forman defensas contra las enfermedades, como los glóbulos blancos y, entre otras cosas, se producen las hormonas necesarias para el crecimiento. Mientras mejor es la calidad del sueño, mejor es el mantenimiento del organismo.
La falta de sueño también repercute en el carácter y el rendimiento académico o profesional. Si no se duerme bien, se produce irritabilidad, mal humor y agresividad.
Dormir de noche, es decir, cuando no hay luz, no es un capricho cultural. El ciclo circadiano, el día y la noche, nos hace funcionar desde un punto de vista hormonal, es la razón por la que tenemos que dormir cuando no hay luz. Hay una serie de hormonas, como la melatonina, que dejan de producirse con la aparición de la luz solar o artificial. La melatonina ayuda a mantener el sueño durante 8 o 10 horas, activa los procesos de síntesis de proteínas y de recambio celular, y estimula la producción de endorfinas, estas hormonas del bienestar.
La temperatura, la actividad mental y la actividad cardiaca funcionan más precariamente alrededor de la una y dos de la mañana. Muchos accidentes se producen a estas horas porque el organismo está más débil, y si a eso se aúna la hiperestimulación y quizás el consumo de alcohol, la combinación es proclive al desastre.
Aún más, soñar es un mecanismo indispensable para el funcionamiento cerebral, en los sueños se reproducen los hechos y aprendizajes del día, se archivan en la memoria de largo plazo y se realizan correlaciones entre hechos.5 Esto tiene aplicación inmediata. Para recordar un aprendizaje a largo plazo, por ejemplo, lo que se ha estudiado para un examen, se requiere pasar por un periodo de sueño, en caso contrario, estos elementos solamente estarán en la memoria de corto plazo y podrán olvidarse fácilmente.

EN BUSCA DE LA ARMONÍA

Como última reflexión quiero apuntar que aunque este artículo se enfoca en la perspectiva médica, es importante señalar que la persona humana no agota su realidad en aspectos biológicos, su esencia escapa al solo campo de la biología. La antropología muestra que somos una unidad cuerpo-espíritu e intentar comprender al ser humano implica hacerlo desde su totalidad.
Esto apunta a los elementos más importantes para el logro del bienestar: inteligencia, voluntad y libertad. Es importante conocer qué señala la ciencia con relación a la necesidad humana de paz, pero no menos importante, que cada quien desee y busque en actos lo que la inteligencia le indica como la mejor opción para su salud integral.
Muchas personas se quejan de que en su vida aparece con frecuencia el fantasma de la ansiedad, el estrés y la depresión. En gran parte, son síntomas de hiperexcitación o de falta de armonía corpo/espiritual. Relajarse, encontrarse a sí mismo, meditar, apreciar la naturaleza, reflexionar en pensamientos profundos y espirituales lleva a la armonía.

GOODMAN R., GILMAN M. Principios de farmacología. pp. 401 y 1311.

CECIL L. Textbook of Medicine. 1992. págs.1204-1206.
3 BENSON HERBERT. The power and biology of Belief. Norma, México, 1996. pp. 182, 183, 258.
RUSSELL B. Religión y ciencia. Fondo de Cultura Económica, México, 1991. p. 172.
MORA JUAN. «Relaciones biología, cognición: una constante». En Neuropsicología cognitiva. Aljibe, 2001. p. 11.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

Newsletter

Suscríbete a nuestro Newsletter