Porque se puede, se debe hacer

No importa que la llamemos responsabilidad social, RS, RSE, RSC o de otra forma. Tampoco es indispensable que en todos los casos abarque las mismas funciones; lo importante ahora es que se generalice y que más pronto que tarde, todos los empresarios y quienes trabajamos en cualquier organización, desde macro hasta micro, la incorporemos a su gestión, no como un agregado conveniente, sino como algo tan esencial como respirar.
Don Lorenzo Servitje, voz autorizada en esta materia porque ha sabido abrir brecha y poner ejemplo con la acción y la palabra, pone también el dedo en la llaga. Afirma que urge que el empresario latinoamericano salga de las cuatro paredes de su empresa y se involucre a fondo en la tarea de contribuir a la distribución de la riqueza. Su postura remite a una de las tesis del reciente libro La brecha entre América Latina y Estados Unidos, compilado por Francis Fukuyama, quien afirma que una de las principales razones para el estancamiento en Hispanoamérica es que los grandes grupos empresariales en colaboración con élites políticas de diverso signo, han propiciado ese rezago al proteger sus privilegios y sostener sus monopolios.
Felipe González es claro al afirmar que a nadie se le pide o exige lo imposible, sólo que colabore con lo que es posible, pero eso lleva el signo de la exigencia, es decir, porque realmente se puede hacer, se debe hacer. La responsabilidad se constituye como exigencia de justicia. No es juego de palabras, sino aclaración práctica del contenido de la RS. La ordenación social justa, producto de la responsabilidad social, está confiada a la libertad humana.
Otros colaboradores abordan la RS desde diversos y enriquecedores puntos de vista y, en nuestro tema de portada, Eustaquio de Nicolás explica desde la batalla del quehacer diario, cómo su empresa hizo suya la RS y la fue llevando a los distintos ámbitos en que opera.
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La sección Coloquio propone un tema por demás sugerente: escribir para conocernos y conocer a otros. Dice Emmanuel Mounier que «la palabra existir indica, por su prefijo, que ser es expandirse, exteriorizarse, esta tendencia nos impulsa a exteriorizar nuestros sentimientos por la palabra hablada o escrita, por la acción, a dejar huella, a intervenir en los asuntos del mundo y de los demás».
De esto habla Jaime Nubiola al afirmar que «una manera de crecer en esa comprensión personal se encuentra en el esfuerzo por expresar por escrito esas contradicciones, experiencias, estados de ánimo y afectos». Tarea importante, agrega, es narrar la propia biografía, tanto de la vida pasada como de la proyección imaginaria en el futuro y de las más íntimas exploraciones vitales. Así se abre la vía para ser el autor efectivo de la propia vida. Para quien aspira a una interioridad rica, la escritura es la expresión más genuina de su vivir.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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